atención y asistencia fraternal: pueblos empobrecidos del Tercer Mundo, saqueados por un
imperialismo del que es cómplice y beneficiario el mundo desarrollado en el que nos encuadramos,
inmigrantes que no encuentran acogida en nuestra sociedad, amplias masas de ciudadanos de los
estratos inferiores de nuestro injusto y clasista sistema económico-social: parados de larga
duración, trabajadores en precario, gente sin techo y sin recursos, mujeres maltratadas y niños
desprotegidos, minorías étnicas y tipos humanos marginales por diversas causas. Valoramos en los
concurrentes a las elecciones, a quienes tienen programas serios y coherentes para afrontar esas
situaciones.
ESTADO DE BIENESTAR. La justificación de la existencia del Estado es la de realizar las
tareas que afectan a la comunidad y que la ciudadanía no puede llevar a cabo de forma privada.
Todo lo relacionado con la economía, la producción y distribución de los bienes necesarios, la
sanidad, la educación, la administración de justicia, la seguridad y libertad de las personas, la
protección del medio ambiente… entran dentro de ese cometido. Cuando el Estado cae bajo el
control de clases sociales o dominadores de cualquier tipo, se genera la desigualdad y el actual
estado infernal del mundo. La ciudadanía, la sociedad civil, debe conquistar y conservar para el
servicio de todos el Estado que es de todos. Esto significa que se ha de abogar por servicios de
sanidad, educación, protección… públicos, un control, también público del aparato de producción-
distribución. Las derechas postulan la privatización de esos servicios, de manera que tengan
sanidad y formación sólo quien se los pueda pagar, y tengan pensiones de jubilación y otros tipos
sólo quien pueda pagarse seguros privados. Y sobre todo, esas fuerza políticas al servicio de los
dominadores de la economía tienen como especial misión la de conservar el sistema de producción
y propiedad privada. El programa de los candidatos a las elecciones debe ser claro sobre los planes
que tienen a este respecto.
En tanto el Estado no puede asumir todas esas funciones, y durante el proceso hasta su
consecución, la realización de las tareas que sí tiene asignadas de momento postula su financiación
vía impuestos fiscales. Escándalos como los de los “Papeles de Panamá” y los “Papeles de
Pandora” nos ilustran que la desigualdad en este tema es tan abrumadora como en el resto de las
relaciones entre las clases sociales. Quienes más tienen y reciben son los que menos aportan vía
impuestos. Sabemos qué sectores recurren a los llamados “paraísos fiscales” y qué fuerzas
políticas promueven “amnistías fiscales”.
ESTADO LAICO. No es tarea del Estado fijar o establecer la religión que deben practicar los
ciudadanos, o si deben tener alguna o no. Pero sí debe defender la libertad de la ciudadanía en
materia religiosa. Y debe garantizar igualdad de derechos a este respecto. En un Estado laico, y el
español se define así, no debe haber privilegios para un(os) kredo(s) sobre otro(s), y en España los
hay. Varios siglos de nacional-catolicismo primero, y el franquismo después, beneficiaron
exclusiva y abusivamente a la Iglesia Católica. En el marco de la actual constitución española
debieran no ocurrir esas cosas, pero los gobiernos del PP activamente, y los del PSOE
pasivamente, facilitaron y permitieron el escándalo de las “inmatriculaciones” al que no se acaba
de dar solución. También sobre esta cuestión deberían ser claros los candidatos electorales.
ECOLOGÍA. Es este un tema sobre el que puede haber mucha confusión. Se debería divulgar más
la opinión y la información procedente del mundo científico. Hay una degradación del medio
ambiente, con nefastas consecuencias para la humanidad, que procede de actividad descontrolada
de los humanos. Esta degradación puede producir cambios climáticos, pero en el tratamiento sobre
estos temas se confunden y se intercambian los términos “cambio climático” y “calentamiento
global”, cuando este último tiene su propia casuística que no es de origen humano, pero que la
humanidad puede tomar medidas para protegerse de él. Los políticos en general deberían
documentarse más sobre esta problemática.